Hay dos aspectos que determinan la sensación de “firmeza”, lo que sentimos al acostarnos y permanecer quietos durante un rato: la acogida de las capas del acolchado y la firmeza del núcleo.
Según sea el núcleo del colchón, la firmeza de éste será distinta. Por lo general, los colchones de muelles tradicionales, bicónicos, bonell, muelles ensacados o los de núcleo de látex serán menos firmes, mientras que aquellos que presentan materiales como el HR o los muelles de hilo continuo Multielastic o Normablock no lo serán tanto, serán más firmes. También hay colchones que combinan distintos materiales y, por lo tanto, sus propiedades.
La “acogida” es la primera sensación al tocar el colchón, al hundir la mano sobre él, al sentarnos en él, es la primera resistencia que percibimos al peso que aplicamos, es la sensación de estar mejor o peor “acogido”, el confort, la facilidad de movernos sobre él. En gran medida, esas sensaciones, las aporta los acolchados del colchón.
Los acolchados en gran medida, su cantidad y calidad, determinarán el precio del colchón. Unos materiales de calidad alta nos aseguran una buena resiliencia, esto es, que con el paso del tiempo su capacidad de recuperar su estado original después de recibir una presión y por tanto flexionar es adecuada.
Un colchón no es mejor por ser más duro o por ser más blando, tampoco el precio tiene relación con la firmeza, no por ser más firme será más caro o barato. La elección de la firmeza debe ser una elección personal. A cada uno le gusta una firmeza.
La firmeza de un colchón de muelles dependerá del grosor del acero, del número de muelles, de su diámetro y forma, de cómo están unidos… la firmeza de un colchón de látex, de espuma o de viscoelástica, depende no sólo de la densidad (kg/m3) del material, también del número de capas, de sus grosores y combinaciones. Una aclaración: mayor densidad no significa mayor firmeza, dependerá del material y su composición, pureza.
La densidad de un material espumado (latex, visco, bultex, airvex, hr…) hemos de entenderla como la cantidad de kilos por metro cúbico (volumen) que se utilizan para la fabricación de un material. A mayor densidad hay más material, en principio es mejor y más caro. Más resiliencia (capacidad de recuperación) y durabilidad con el paso del tiempo. Habitualmente se llama HR a las espumas con densidad igual o superior a 30 kg/m3.
Nuestras recomendaciones son básicamente dos, lo demás depende del “gusto” del cliente: de 0 a 10 años son mejores los colchones con una firmeza de 5 o superior, de 10 a 20 años de firmeza 6 en adelante, y en ambos intervalos recomendamos como núcleo el muelle tradicional (bicónico, bonell o de hilo continuo): la gente joven se sienta encima del colchón, es más brusca en sus movimientos, salta, suda más… y no hay nada como la transpirabilidad y solidez del muelle. En otras edades “al gusto” o según las características anatómicas de las personas que duerman sobre él, siendo también válidas firmezas inferiores.
De 100 kg. de peso hacia arriba (alguno de los durmientes) son aconsejables firmezas de 7 o superiores, colchones de muelles y una buena acogida del acolchado para evitar que existan puntos de presión y que todo el cuerpo esté bien apoyado sobre el colchón, así evitaremos que se duerman nuestras extremidades. Esta es nuestra selección de colchones para personas con sobrepeso.
Podrás elegir, en nuestro menú de Colchones, en función de los distintos grados de firmeza